A pesar de la ventisca, de la niebla, el frío, los bastones que se me caen, las botas de astronauta, los skies que se me cruzan, las caídas, que ahora pierdo un guante, que me he quedado el último y no encuentro al grupo, que me deslizo para atrás en lugar de avanzar hacia delante, que no consigo levantarme del suelo, no siento los dedos, el pelo se me congela, al devolver el material no encuentran mis botas porque se las ha puesto un compañero, mi mochila esta la última en el maletero del autobús, y otras cosas más que se me habrán pasado, os he visto disfrutar y aprender un montón, y eso es lo importante.
Os dejo alguna foto para que recordéis este inolvidable día de skí en el Puerto de Navacerrada, con vuestros compañeros del colé.
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